jueves, 28 de junio de 2012

El hilo dorado

¿Y si se rompiese un pequeño hilo de toda la gran encrucijada? Pero no un hilo cualquiera, no. El más fino, el más frágil, el más corto, pero el más brillante. El hilo dorado. El que menos peso sujeta, el que menos une, pero el que da luz al resto. ¿Podría la estructura resistir sin él? Sí, por supuesto que sí. Pero sería una escultura aburrida, caótica y sin luz. Algo propio de un viejo trastero abandonado y no de una simple encrucijada que te hace sonreír cuando un rayo de sol ilumina ese pequeño, pero importante hilo dorado.



domingo, 24 de junio de 2012

Corazón de princesa

Lágrimas que consiguieron apagar las estrellas en un roto corazón de princesa. 

miércoles, 13 de junio de 2012

¿ Y tú dónde estás?



¿Y tú dónde estás? En un camino en que la única salida es seguir caminando,imaginar un destino que no existe y dibujar un compañero en el barro de una parada obligada. ¿Y tú dónde estás?

martes, 12 de junio de 2012

La orgía

En la habitación, diez de las profesiones más respetadas. Altos cargos ocupados por talentosas personas que son poderosas e increíblemente atractivas. Jóvenes inteligentes que se permiten disfrutar de los placeres más banales y psicodélicos a partir de medianoche.

En la mesa, rayas de cocaína, éxtasis y alcohol. Llevando el hedonismo a otro nivel, un nivel desgarrador que se siente incluso en las entrañas. Sensaciones extremadamente fuertes, como ellos. Libertad encerrada, orgía controlada, poder corrupto, placer.


En el rostro, máscaras perfectas que ocultaban una perfección diferente. Labios hinchados, pupilas dilatadas, marcas sensuales. Sentidos descontrolados dispuestos a todo, porque todo está bien. Porque son ellos. Son solo sexo. Están fuera de control y ya no son diez, son solo uno. Un acto primitivo convertido en arte, en una danza desnuda envuelta en un tinte rojizo con ritmos acompasados en todos los sentidos.

En la mañana, una resaca de recuerdos, lagunas todavía húmedas, sonrisas en labios de carmín corrido. Antiguas rendiciones ante una vulgaridad elitista que, una vez sin máscara, vuelven a ser tan solo el reflejo de una profesión respetada en un racional espejo.